Consecuencias electorales…

Ya han transcurrido más de 12 horas desde que terminaron las elecciones presidenciales, las cuales, como a muchos, espero, han causado una mezcla ácida y amarga de emociones, recuerdos y amenazas sin fin, es verdaderamente frustrante ver cómo las cifras se acortan, las alegrías se entristecen y las buenas voluntades se “malean”, así es la política pues, siempre incierta, en un momento el vocero te sonríe, la esposa o esposo se muestra hasta amable, para luego tornarse en un demonio de Tasmania que hace y deshace a su paso lo que halle; en mí, ha generado un aciago resultado, no era el que esperaba, pero aún tengo mi mechita de esperanza, aunque es no calmará mi dolor de cabeza, ni menos mis ganas de que por fin pase todo esto. Sigo viendo la televisión, tratando de leer los periódicos y las páginas más importantes del medio, pero no me logro concentrar lo suficiente, me pierdo viendo cómo algunos políticos se muestran adormecidos, serios, sonriendo, de todo un poco, es sencillo darse cuenta de que están dopados, quisiera que me pasen una “pepita” de esas, sería bastante setentero y hippie, estado que me llevaría a una época donde ni siquiera existía, menos estaba en planes, pero según veo en las películas, leo en la web, eran etapas más liberales y llenas de grupos activistas. Escuchando los gritos de los simpatizantes de uno de los candidatos, me trae a la memoria muchas cosas, recuerdos que se hacen más fuertes complementados con las historias, la información y mi propia conciencia, recuerdos malos, de muertes, de atentados contra los derechos humanos, desapariciones forzadas. Cuando empecé a escribir a esta entrada, no pensaba mencionar ningún nombre en específico, pero es inevitable, la lucha y pugna de poder entre el Señor Ollanta Humala Tasso y la Señora Keiko Fujimori Higuchi, se hace más y más reñida conforme pasa el tiempo, ambos han sido bastante criticados y asediados por la prensa y diversos medios polarizados en algunos casos y orientados claramente hacia uno de los antes mencionados, aún cuando la labor del periodista o del hombre o mujer de prensa precisamente es informar, pero ese será tema de otra entrada, simplemente hay 4 cosas, incertidumbre, impaciencia, confusión y ansias. Esperemos que todo termine con alegría, que sea como debe ser y que prime lo más importante, LA DEMOCRACIA Y LA VOLUNTAD DEL PUEBLO.